En España, sólo el 16% de los y las profesionales del área STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) son mujeres, y muy pocas adolescentes, el 0,7%, están interesadas en estudiar un grado relacionado con las tecnologías digitales, frente al 7% de los hombres.
Del total de estudiantes de FPI en el curso 19-20, únicamente un 3,3% fueron mujeres que eligieron cursar una familia profesional STEM. En el caso de los estudios universitarios, únicamente el 7,9% fueron mujeres que eligieron esa rama de estudios. Resulta llamativo que la gran mayoría de mujeres en FPI optaron por familias profesionales orientadas a servicios asistenciales tales como Imagen Personal (88,1%), Servicios Socioculturales y a la Comunidad (86,7%) y Sanidad (75,6%) y en Estudios Universitarios, el 51,1% eligió la rama de Ciencias Sociales y Jurídicas y el 23,2% Ciencias de la Salud.
En el caso de las ingenierías, en España sólo el 29% de los matriculados en carreras de Ingeniería son mujeres. El porcentaje es todavía más bajo, un 13,4%, en los grados universitarios de Informática. Sin embargo, una vez iniciados los estudios son las que presentan menor tasa de abandono.
Y sin embargo, la OCDE en su último informe prevé que para el 2030 el 80% de los empleos que hoy conocemos desaparecerán, reemplazados por otras profesiones que requieren conocimientos STEM. Por esta razón, la baja presencia de las mujeres en este tipo de estudios trae una doble consecuencia: por un lado, limita la participación del 50% de la población (las mujeres) en el impulso del sector científico-tecnológico, prescindiendo de su aportación profesional y su visión. Por otra parte, las mujeres pierden la oportunidad de desarrollarse en profesionales que son claramente el futuro, incrementándose la desigualdad de género y la brecha salarial.
Estos datos reflejan claramente la necesidad de impulsar la igualdad de género en el sector STEM. Deben apoyarse iniciativas para fomentar el interés de las mujeres en estas áreas, como el programa de becas de mujeres en STEM, ofrecidas tanto por instituciones públicas como privadas, o el apoyo a la formación de profesionales en entornos STEM a través de proyectos de investigación.
Los medios de comunicación también tienen un papel fundamental en el apoyo a las vocaciones tecnológicas tempranas en niñas, y deberían potenciar el papel de la mujer en el sector, destacando sus logros y contribuciones a la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, visibilizando de forma positiva a aquellas mujeres que han ocupado y ocupan un lugar destacado. Se trata de referentes femeninos, que hasta hace pocos años eran prácticamente invisibles en medios de comunicación, creándose así una imagen masculinizada del sector STEM.
El necesario apoyo a la conciliación también es fundamental, así como los programas de tutorías, en los que profesionales experimentados crean una red de apoyo y mentoría para el acceso de las mujeres el mundo de la tecnología y la ciencia, sobre todo cuando hablamos de emprendedurismo e innovación.
Desde los cursos de Big Data y ciberseguridad del programa Actualízate, dirigidos a personas desempleadas, tenemos un compromiso muy firme con el acceso de las mujeres al entrono STEM, teniendo prioridad ellas en la matrícula, y siendo exigible una cuota de un mínimo de 35% de mujeres entre el alumnado.
